Llovía.
Siempre llueve cuando te pienso.
No todos
los días son derroches entre excesos, pero sin duda algunos otros tantos
funcionan bien para el despecho.
Desapego,
palabra clave principal de la llave hacia la verdad que esconde mi cuento. Un
mundo lleno de fantasías que nunca se hicieron realidad
Esperas
intranquilas sabiendo que nunca llegarás.
De eso se
trata mi vida, aguantar, soportar, ver clavado en otros el mismo puñal y
rehusaré a intentarlo nuevamente.
Es
cansancio lo que se oculta bajo este cuerpo tan cansado.
Palabrería,
dirían algunos. Pero así al menos me calmo un rato.
Nos gustan
las madrugadas porque son ajenas de cualquier mirada y ocultarnos al amanecer
para evitar las parodias del después. Así siempre han sido las cosas.
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