Ir al contenido principal

21:17

Llovía. Siempre llueve cuando te pienso.
No todos los días son derroches entre excesos, pero sin duda algunos otros tantos funcionan bien para el despecho.
Desapego, palabra clave principal de la llave hacia la verdad que esconde mi cuento. Un mundo lleno de fantasías que nunca se hicieron realidad
Esperas intranquilas sabiendo que nunca llegarás.
De eso se trata mi vida, aguantar, soportar, ver clavado en otros el mismo puñal y rehusaré a intentarlo nuevamente.
Es cansancio lo que se oculta bajo este cuerpo tan cansado.
Palabrería, dirían algunos. Pero así al menos me calmo un rato.
Nos gustan las madrugadas porque son ajenas de cualquier mirada y ocultarnos al amanecer para evitar las parodias del después. Así siempre han sido las cosas.




Comentarios

Entradas populares de este blog

El silencio de los inocentes

Hoy los vi pasarse de nuevo como viejos en sus bufetes Bien vestidos, perfumados, elegantes... Hasta con copete. Me intrigó mucho sus dudas Se quejaban de lo injusta de la muerte Yo que pensaba la vida era condena dura Fíjese que algunos de verdad no tienen deberes. Sé que me reconoció Sé que yo también lo conozco Sé que nuestras manos en algún momento estrechó Sé que nunca lo llamaré un hermano. A ti te dedico mi canto Mi poesía y mi locura A ti, completo y absoluto extraño Lleno de ira y ahogado en dudas Perdedor de quinelas Jaque-mate a tu reina Celebro tu condena Mientras, me visto de princesa.

Encarando a la muerte

La parca a decidido que es momento de revelar amoríos Salieron todos como locos buscando trozos de mis despojos Estaban sedientos y yo aterrada Ausentes de todo credo me veían pasar como su reflejo El ángel loco, caído del cielo. Mírala hablar con cualquiera Cruzar las piernas Profesar condenas Mírala existir en nuestra existencia, completamente ajena. Una nena se me acercó y me preguntó con voz quebrantada "Niña, ¿usted tiene casa?" Nunca he pertenecido Perderme, Volver, Hoy da lo mismo.

Big hard sun

Todos somos panas, pero nadie es pana de nadie hasta que se demuestre lo contrario ¿Cómo uno puede comer sabiendo que hay quienes no comen?, O amar sabiendo que hay locos de atar en las calles, sin medida ni distinción Orgullo y prejuicio nunca fue juego Pero cuando inventas un poco Cuando vas más allá del fuego Todo se torna adictivo e incluso convulsionante Y si se trata de vicios, hacerme estandarte.