Todos somos
panas, pero nadie es pana de nadie hasta que se demuestre lo contrario
¿Cómo uno
puede comer sabiendo que hay quienes no comen?,
O amar
sabiendo que hay locos de atar en las calles, sin medida ni distinción
Orgullo y
prejuicio nunca fue juego
Pero cuando
inventas un poco
Cuando vas
más allá del fuego
Todo se
torna adictivo e incluso convulsionante
Y si se
trata de vicios, hacerme estandarte.
Comentarios
Publicar un comentario