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ULA dice mi cabeza

Encantado de conocerlo
Le dijo el demente al ciego
“Vamos lento, no pierdo en lamentos”
Y la ciudad seguía en sus ruinas
Decayendo culpables de los sentimientos que nunca se atrevieron
De los amores que nunca surgieron
Del pasado que no fue más que un recuerdo.

Ahora que habíamos hecho del jardín nuestro battlefield
Teníamos el templo a completa disposición
Eran días difíciles, sobretodo cuando no ves llegar el fin
Pero, ¿dónde inicia?
¿y el punto de giro?
Chitlik ya lo predijo
Entonces mientras, vamos a darnos el gustito.

Mi corazón, errantemente ulandino. 

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