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La Última Vuelta: Caracas contra la marea

Resulta confuso entenderla,
en cada esquina aguarda un mensaje diferente
y cada humano que pasa, espera por una voz clemente
Todos están dispuestos a volverse estridentes
Basta con un simple roce de palabras para despertar al vagón completo.

Por otro lado se rumora que nadie cuida las espaldas de terceros,
pero en realidad, amigos de ocasión he conseguido por centeno
Me gusta mucho esto de alternarme según la situación.
Tan sencillo como reírnos por todo, porque juntos estamos en todo.
Sí, así se siente caminar por esta ciudad.
Tristeza me dan aquellos que me juzgan al verme tomar un bus con el ticket del aeropuerto pegado a mi mochila,
La envidia es tan torpe que confunde dinero con recuerdos.

Claro que la pobreza todavía golpea a las pupilas
y es lamentable impartir nuevamente las lecciones aprendidas
Humildad: empecemos por las respuestas
¿Creyeron de verdad que con silenciar mi cabeza detendrían el hambre de los niños que al barrio rodean?

Basta de tanta humillación
Conocemos cada uno de sus flancos y no nos importa demasiado.
Si nunca les importamos ¿Por qué molestarnos?

Pero fíjense que cuando se dan cuenta de quiénes son los verdaderos juzgados
Huyen como leyendas
Porque fácilmente un idiota seguirá sus pasos.

Respeto ¿Podrías acaso hablarme de eso?
Lo dudo demasiado, no saben un carajo.
¡Qué pena! Yo solo intentaba cuidar de mi rebaño.

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